INTERCAMBIO
En la Historia de la música latina en los Estados Unidos encontramos etapas tan profundamente marcadas por las huellas de quienes tanto contribuyeron a su conformación, que es completamente imposible referirse a ellas sin que se tenga la necesidad absoluta de acudir al inmenso valor aportado por ellos.
Es el caso preciso de la etapa conocida como “La época de la Pachanga” y sus dos más grandes forjadores: Johnny Pacheco y Charlie Palmieri. En efecto, dentro de las grandes virtudes que Charlie logró acumular durante su gran trayectoria musical como maestro, instrumentista, arreglista y director de orquesta, hay que agregar también su capacidad para trazar los senderos por donde debía transitar la música latina, no solo en los Estados Unidos, sino también en el mundo. Su liderazgo musical en esta época fue plenamente reconocido, tanto por las grandes multitudes que abarrotaban los sitios de baile de la Gran Manzana, los miles de fanáticos que cada día aumentaban el crecimiento de la corriente avasalladora del nuevo ritmo, como por los medios de comunicación.
Así lo registra el periódico La Prensa en muchos de los artículos publicados en 1961, a propósito de un concurso de Pachanga que organizó ese año, motivado por el furor que despertó esta nueva expresión musical en la ciudad de Nueva York
…Charlie Palmieri y su orquesta integrada por gente joven que ponen todo el calor que requiere la interpretación de una Pachanga, y Johnny Pacheco y sus Muchachos Charangueros son, hoy por hoy, los directores de orquestas hispanas mejor cotizados en el ambiente artístico.
Palmieri es un joven de 32 años de edad, nacido en esta ciudad, de padres puertorriqueños, que ya a los siete años de edad estaba arrancando notas musicales de un piano. Fue discípulo del profesor Zorrilla, donde en un conservatorio de Música aprendió la técnica y la teoría de la música. Formó parte luego de orquestas de renombre internacional como las de Tito Puente, Xavier Cugat, Tito Rodríguez, Pupi Campo, Moncho Usera, Rafael Muñoz y otras ya desaparecidas.
En 1954 decidió organizar su propia organización musical que se popularizó por las interpretaciones de los ritmos del Mambo, el Cha cha chá, la Rumba y los nunca olvidados boleros. En su orquesta se encontraba también Johnny Pacheco quien con su “flauta mágica” contribuía a aumentar la legión de admiradores de la nueva orquesta. Hace solamente dos años que su orquesta se especializa en la interpretación de la Pachanga.
PIRRY GUAGUANCO Y ANGELITA
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